2x15 La sangre pide más sangre (Parte 1) [SPOILERS]

Con los gritos de guerra y la esperanza de encontrar por fin un poco de justicia, empezamos el penúltimo capítulo... Y nos llevamos un chasco. No en el mal sentido, simplemente que no nos esperábamos que Jason Rothenberg y compañía nos fuesen a hacer sufrir tanto. Y es que si creíamos que los pueblos celeste y terrestre iban a irrumpir el Monte Weather, darse de tortas con Cage y demás hombres de mala madre, rescatar a los 44 y darse una buena fiesta para celebrarlo, pues bueno... Digamos que este penúltimo episodio no podía haber sido más distinto de lo que nuestros corazones ansiosos y ya algo maltratados querían.

Ha sido un capítulo emocionante, a la altura de esta segunda temporada, pero nos ha destrozado y aunque conseguir eso tiene su mérito, es posible que algunos fans estén un poco indignados.

Ojo a los spoilers porque empezamos.

La acción nos sitúa con Bellamy liberando a los terrestres, confiando en que puedan cumplir su función de caballo de Troya, y Cage alentando a aquellos que están ocultando a los 44 a que no lo hagan. 

        

Luego tenemos a Clarke, Lexa, Lincoln y otros secundarios como el sargento Miller o Monroe, que nos explicarán el plan con total confianza y, de hecho, será en sus pieles en las que más sintamos cada pequeño desliz que tengan que presenciar. Más tarde llegaremos a eso.

Y también tenemos por un lado, a Raven y Wick, en la presa para inhabilitar la energía del Monte Weather y poder abrir la puerta, y a Octavia e Indra en los túneles de los segadores donde esperarán a los prisioneros.

Sin embargo, las cosas empiezan a torcerse.

Los soldados del Monte Weather empiezan a encontrar prisioneros, incluidos Jasper y Maya, y en su camino hacia la muerte solo se interpone Vicent, el padre de Maya. Vale, no pasa nada. Bellamy los salva. Otra vez. (Qué susto me he llevao).

A Raven y Wick les detectan y rompen una de las bombas. Vale, no hay problema. Consiguen solucionarlo a lo bruto. (Qué susto me he llevao. Y ya van dos...).

El botón para activar el cacharro de Raven que abrirá la puerta no funciona y solo tienen un minuto. Mierda. Vale, ya va el padre de Nathan pa' allá protegido de terrestres a la romana. Los francotiradores se los cargan (o por lo menos les hacen pupa). Mierda otra vez. 10 segundos... ¡Espera! ¡A Lincoln se le ha ocurrido algo! Un momento, ¿va a lanzar una flecha en llamas? Bah, da igual. ¡¡VAMOS LINCOLN!! [La flecha da de lleno y desactivan el mecanismo que cierra la puerta] ¡Sí! ¡¡¡Te quiero, Lincoln!!! (Puf, qué susto me he llevao. Y ya van tres... Pero ya se me ha pasao, estoy bien).

Pasado esto uno piensa: ¡Bien! ¡Ya os queda menos, chicos! ¡Ya casi lo tenéis!

Pero yo ya me había llevado tres sustos, y llegó la cuarta; solo que ya no me llevé un susto, sino que fue como si me echaran un jarro de agua fría encima (en ropa interior y pleno invierno...). Y la verdad, había leído una pequeña frase en Internet antes de ver el capítulo que me tenía preocupada, pero nunca pensé que el capítulo terminaría así. La mente pensante de este último suceso la tenemos en el ex presidente Wallace, quien finalmente, preocupado por la seguridad de los suyos, olvida sus valores morales y decide ayudar a su hijo. Y lo que le aconseja no es ni más ni menos que haga un trato con la comandante para liberar solo a los terrestres. Ya no los necesitan, y su pueblo no tiene por qué perder más vidas. A cambio de los 44, que serán los que les curen definitivamente. Y creo que muy pocos podrían habérselo esperado, pero el caso es que Lexa acepta. Deja a un lado sus sentimientos por Clarke y antepone como líder a su gente. Manda la retirada y con un "may we meet again" (que volvamos a vernos), despedida típica del Arca, se da media vuelta y se va.

Y uno se queda en plan, ¿de verdad ha pasado esto? ¿Después de lo que habían avanzado y todo por lo que han tenido que pasar?

Y por si fuera poco Maya se queda sin padre. Bellamy con cara de póker a ver que se han quedado solos: las jaulas vacías, pero ni un alma cerca. Raven y Wicks son capturados por un equipo de Cage.

Octavia, negándose a abandonar a su hermano, se queda sola en los túneles. Y Clarke se queda también sola frente a la puerta del Monte Weather, con los ojos aún brillantes, pero murmurando para sus adentros, como no podía ser de otra manera: "no puede haber acabado".

Total, que a mí casi me da algo. ¿Y a vosotros?

¿Qué os parece la decisión de Lexa? ¿Estáis enfadados con ella? Y si lo estabais, ¿ya se os ha pasado? ¿Como creéis que se las apañará Clarke para salvar a sus amigos? ¿Lo conseguirá? ¿Vendrá alguien más a socorrerles?

Deja tus comentarios abajo. ¡En este capítulo hay mucho material para debatir!